La Agencia Nacional de Seguridad Vial y varias ONGs impulsan un proyecto de ley que baje a cero el nivel de alcohol permitido al conducir. Buscan que sea tratado este año el proyecto que buscará universalizar una norma ya presente en varias provincias.
En la Argentina uno de cada cuatro siniestros viales que terminan con uno o más muertos se produce porque el conductor que lo causó tenía alcohol en sangre.
"Tenemos una legislación vieja, que todavía es confusa y transmite la idea de que alcohol y conducción pueden combinarse", señala Pablo Martínez Carignano, director ejecutivo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV).
El proyecto de prohibir el consumo de alcohol al conducir en todo el país fue presentada en marzo de 2021. Surgió como iniciativa del exministro de Transporte Mario Meoni. Junto a Martínez Carignano, lo presentaron al presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, quien convocó al diputado Ramiro Gutiérrez y el exdiputado -entonces en funciones- Facundo Moyano (ambos del Frente Renovador) para su redacción.
La norma actual
En la mayoría del país, para vehículos particulares no es infracción conducir con hasta 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre. Para los motociclistas el tope es de 0,2. Estos límites surgen de la Ley Nacional de Tránsito, 24.449, aprobada en 1995.
El nuevo proyecto prohíbe manejar con cualquier cantidad de alcohol en sangre. Su aprobación modificaría aquella ley, además de la 24.788, de Lucha contra el Alcoholismo, y el Código Penal.
"El límite de 0,5 te dice 'tomá hasta cierto punto, lo vas a poder manejar, y después no tomes más', dejando en el conductor la potestad de autorregularse. No funciona, promueve una especulación donde el objetivo es zafar de un control y no llegar de manera segura a la casa", plantea Martínez Carignano.
Es "absurdo", "ridículo", tanto para Sergio Kohen, de Conduciendo a Conciencia, como para Martínez Carignano, que el Alcohol Cero rija para los conductores profesionales (remiseros, taxistas, colectiveros, camioneros), desde 1995, y no para el resto.
"Contempla los errores de los instrumentos de medición, para que no haya esas quejas habituales de que estaban desequilibrados, por ejemplo. Es un trato igualitario para todos los actores del sistema. La vida es valiosa para todos", dice Kohen. La ONG Conduciendo a Conciencia integra el consejo consultivo de la ANSV.
El proyecto incluye la prohibición de conducir habiendo consumido estupefacientes que disminuyan la "aptitud" para hacerlo. En este sentido no hay cambios en relación a la normativa vigente.
Distritos con tolerancia cero
En la región varios países tienen legislaciones de Alcohol Cero: Brasil, Uruguay y Paraguay.
En la Argentina se aplica en las provincias de Córdoba, Salta, Tucumán, Entre Ríos, Jujuy, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
También en algunas ciudades, como Mar del Plata, Rosario, Santa Fe, Pueblo Esther, Neuquén, Ushuaia, Río Grande, Posadas, El Bolsón, General Rodríguez, Rada Tilly, Moreno y Tigre.
Las experiencias tuvieron dos conclusiones muy positivas: un descenso en los siniestros viales causados por el alcohol.
"Y en los controles que hacemos en las provincias en las que hay Alcohol Cero muchos más conductores dan cero: es decir que el mensaje se entiende y no se especula", añade Martínez Carignano.
Un ejemplo contundente: en Uruguay bajaron 30 % los siniestros viales causados por el consumo de alcohol desde la aplicación de esta ley.
El actual proyecto
El proyecto, en el que también tuvieron participación el Ministerio de Salud, Sedronar y asociaciones de familiares de víctimas requiere de dictamen de mayoría de la Comisión de Transporte de la Cámara Baja para ser tratado en el recinto.
"Este año que se inicia tenemos la gran oportunidad de sacarlo. La corriente de todas las provincias y municipios que adhiere al Alcohol Cero empuja a Nación a que se expida. Políticamente hay resistencia de provincias de Cuyo, pero el resto puede llegar a tener un consenso", evalúa Vivian Perrone, de Madres del Dolor.
"No es ley seca o proponer un país abstemio... Debe ser la iniciativa pública con más adhesión en un país tan fracturado. ¿Qué falta? Que los legisladores tomen la decisión de que esto se debata, que dejen de tenerle miedo a San Juan y Mendoza. Por supuesto que se tiene que proteger la industria del vino: jamás atentaríamos contra ella. Pero la hipótesis de que podría bajar el consumo es un verso. En Uruguay no pasó. Tenemos que salir de la cosa antigua con olor a naftalina, como pasó con el cigarrillo", expresa Martínez.
Perrone se reunirá esta semana con el ministro de Transporte de la provincia de Buenos Aires, Jorge D'Onofrio. También tiene previsto un encuentro con el ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis.
"Algunos técnicos se oponen al 0, prefieren el 0,2, porque dicen que puede llegar a tener fallas el alcoholímetro y sería preferible eso para cubrirlas. También, que el cuerpo humano genera su propio alcohol. Sería interesante escuchar a médicos... pero tenemos Alcohol Cero con el registro profesional: es un debate que ya se dio", comenta Perrone.
También escuchó a algunos empresarios en una reunión con el exdiputado Luis Petri diciendo que "hay que salir a controlar" y que "no hace falta imponer el Alcohol Cero".
El proyecto haría que también se modifique el Código Penal: hoy en un homicidio culposo por siniestro vial el agravante de alcohol es a partir de 0,5 para profesionales y de 1 para particulares; de esta forma se produciría con la presencia de alcohol en quien causó la lesión o muerte.
Por otro lado, Conduciendo a Conciencia (una organización que se a formó a partir de la tragedia del colegio Ecos, cuando nueve chicos y una profesora perdieron la vida en la ruta 11 en Santa Fe, luego de que el conductor de un camión que manejaba alcoholizado embistiera el micro en el que venían) considera necesario incorporar al Código la figura de "homicidio vial".
"El exceso de velocidad, el alcohol en sangre, no respetar las normas de tránsito entre otras conductas peligrosas y antirreglamentarias son las principales causas de los siniestros fatales y de heridos graves y gravísimos en nuestro país. Sin embargo, el Código Penal no contempla ni juzga estas conductas como delitos", cuestiona Kohen.
Un total de 3.861 personas fallecieron como consecuencia de siniestros viales durante 2021, cifra que representa una disminución del 21 % con respecto a 2019, año comparable en términos de circulación prepandemia.