Laura García Vázquez, funcionaria de la Jefatura de Asesores del Gobernador Axel Kicillof y ex Secretaria Adjunta de la CTA Autónoma de la Provincia de Buenos Aires, conversó con Juani Guarino sobre el reconocimiento que recibirá la CGT de Bahía Blanca por su labor durante la catástrofe del 7 de marzo.
La funcionaria destacó el valor social del movimiento sindical, defendió la importancia del Estado frente al discurso antiestatal del gobierno nacional, planteó la necesidad de jerarquizar el trabajo de cuidado y reflexionó sobre la crisis social, el cinismo político y la urgencia de la organización comunitaria frente al individualismo imperante.
El sello al compromiso social sindical
García Vázquez explicó que la jefatura de asesores del gobernador, encabezada por la ministra Cristina Álvarez Rodríguez, otorgará el sello Compromiso Social Sindical a la CGT de Bahía Blanca en reconocimiento a su labor durante la emergencia por la inundación.
La funcionaria relató cómo, en medio del caos posterior al 7 de marzo, comenzó a enterarse de las acciones concretas de los sindicatos: un sindicalista recién operado de vesícula que salió a repartir colchones, la labor de Raúl Oviedo —secretario general de Empleados de Comercio— quien enfrentó a la dirección nacional de su sindicato para que el hospital de Osecac atendiera a todos los damnificados sin importar si tenían obra social.
“Yo creo que un rol destacadísimo y estuve haciendo un poco de historia sobre eso”, afirmó García Vázquez al recordar la actuación inmediata de la CGT. La funcionaria destacó que en el hospital de Osecac se hicieron más de 100 partos durante la emergencia, tras el traslado de bebés y equipos médicos desde el Hospital Penna, cuyo subsuelo había quedado inundado.
La comunidad organizada frente a la estigmatización
La entrevistada vinculó el reconocimiento con la necesidad de combatir la estigmatización que pesa sobre los sindicatos, especialmente sobre la CGT. “Todo el tiempo es estigmatizada y con esto yo no hago una defensa a ultranza, o no digo que no tengan defectos o cosas para mejorar”, aclaró García Vázquez, pero enfatizó que era fundamental visibilizar el valor social de su actividad.
García Vázquez explicó que la CGT, compuesta por más de 80 sindicatos, puso a disposición no solo voluntad y solidaridad, sino también conocimiento organizativo: “Cada uno aportó de su lugar y se aportó un conocimiento de lo que es una organización”.
La funcionaria destacó que esta articulación con la intendencia, la Cooperativa Obrera y otras pymes fue fundamental para que la ayuda llegara de manera efectiva.
El acercamiento entre el gobierno provincial y los sindicatos
Consultada sobre la relación entre el gobierno de Kicillof y el movimiento sindical, García Vázquez reconoció que históricamente ha sido una relación compleja, con antecedentes de distanciamiento como los paros durante el último gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, señaló que actualmente existe un acercamiento recíproco:
“Creo que hay un acercamiento del gobernador de Axel Kicillof a los sindicatos y también de los sindicatos al gobernador, porque eso tiene que ser una relación recíproca”.
La funcionaria atribuyó este momento a varios factores: la acción del Ministerio de Trabajo, la creación de direcciones específicas en Jefatura de Asesores para articular organizaciones, y los cambios internos en los propios sindicatos en materia de democratización, el papel de las mujeres y la desburocratización. García Vázquez también mencionó que el gobernador propuso dos figuras sindicales —Hugo Yasky y Hugo Moyano (hijo)— como candidatos para las elecciones legislativas, en un contexto de posible reforma laboral.
La defensa del Estado y la crítica al cinismo político
García Vázquez fue contundente al defender la existencia del Estado frente al discurso libertario recordando la conferencia de prensa del gobernador Kicillof tras la inundación, donde el mandatario provincial dejó claro que hay cuestiones que sin Estado no se pueden resolver.
“Vos querés que el agua salga de tu canilla y que salga potable. Bueno, ¿y quién lo va a hacer?”, cuestionó García Vázquez al referirse a la propuesta del gobierno nacional de que los vecinos se organicen para resolver problemas de infraestructura.
También identificó el cinismo como un elemento nuevo en la política argentina, que comenzó con el gobierno de Macri y se profundizó con la gestión actual: “El cinismo no era algo practicado en la política, aún en las peores dictaduras. El cinismo es un elemento nuevo que viene del suelo moral de la sociedad”.
La funcionaria describió el pasaje de la hipocresía al cinismo como un problema central que atraviesa toda la sociedad y contra el cual deben actuar las organizaciones políticas, sindicales y culturales.
El trabajo de cuidado y el cambio climático
García Vázquez planteó la necesidad de jerarquizar el trabajo de cuidado como una prioridad para la sociedad del siglo XXI.
“Sería fundamental para esta sociedad que el trabajo de cuidado fuera jerarquizado y para eso alguien tiene que hacerse cargo del costo de que ese trabajo sea jerarquizado”, afirmó.
“Las tareas de cuidado requieren una jerarquización y esa jerarquización tiene que ser trabajo digno”, sostuvo García Vázquez. La entrevistada fue categórica al señalar que esta responsabilidad debe ser asumida por el Estado: “Y eso lo tiene que cubrir el estado y en una relación virtuosa de lo impositivo que desconozco cómo debería ser, tiene que ser de la colaboración de todos, equitativamente”.
García Vázquez también señaló que el cambio climático ya no es una amenaza futura sino una realidad presente que requiere repensar los trabajos necesarios para el siglo XXI.
“Ya está entre nosotros y se sabe que hay consecuencias y que las consecuencias las paga más los sectores más humildes”, advirtió la funcionaria.
Crisis social, individualismo y organización colectiva
La entrevistada describió una crisis profunda que atraviesa múltiples dimensiones de la sociedad argentina: “Tenemos una crisis profunda como sociedad, una crisis que es económica, social, cultural, ética”. García Vázquez contrastó la situación actual con la vivida en 2001, señalando que entonces había más sentimiento colectivo y las salidas a los problemas se buscaban en grupos organizados.
“Nadie se salva solo”, citó García Vázquez al Papa Francisco para enfatizar la necesidad de combatir el individualismo que ha penetrado profundamente en la sociedad.
García Vázquez destacó que la red de contención social construida durante los gobiernos kirchneristas y el Frente de Todos ha sido fundamental para evitar un estallido social. La funcionaria mencionó específicamente la Asignación Universal por Hijo, recordando que esta medida había sido propuesta por la CTA en una consulta popular antes del 2001, votada por tres millones de personas.
Sobre las formas de participación democrática, García Vázquez afirmó que existen más allá del voto, aunque reconoció las dificultades actuales: “Algunos por mentalidad, por cultura neoliberal y otros porque están abrumados de problemas”.
La funcionaria cerró la entrevista invitando al acto de entrega del sello compromiso social sindical, que se realizaría en el emblemático edificio de Mitre y Rodríguez a las 17 horas, describiéndolo como “un lindo día de cierre de campaña electoral” y como una jornada de encuentro, “la mejor medicina frente a este individualismo”.